La noticia

sábado, 3 de diciembre de 2011

La semana … aunque no lo parezca, es otra.

Una semana más el interés informativo se centra en temas económicos, pero no nuevos retos o nuevos problemas, seguimos con lo mismo. Siempre en el día de la marmota. Nunca habíamos sentido como ahora la influencia de la macroeconomía en nuestras vidas. Las dificultades de la deuda nos afectan a través de los recortes presupuestarios. Todo ello agravado con este periodo entre gobiernos en que no sabemos por donde nos saldrán los futuros gestores de nuestra España. Los jubilados sin saber si conservarán su poder adquisitivo, los funcionarios rezando para, al menos quedarse como están, los parados a la espera de una política que les dé soluciones, el resto de trabajadores pidiendo que mañana no les toque a ellos estar en la cola de los servicios de empleo, la ciudadanía en general preocupada por no perder lo que crían que tenían seguro: Sanidad, Educación…

En estos días otra reunión de ministros de economía de la Eurozona para “nuevas soluciones” al ya viejo problema, se hará lo que Alemania se vea obligada a ceder. Otra vez acción concertada de bancos centrales para dotar de liquidez al sistema. Hay que salvar el Euro y evitar la recesión. Parecería que, a estas alturas, deberíamos entender de economía con tanto bombardeo informativo, comprender la desconfianza de los mercados, conocer el porqué de la prima de riesgo y ver la lógica de la consolidación fiscal. Sin embargo, pienso ¿No sería mejor que los políticos aplicaran la lógica de la economía de una familiar normal a la macroeconomía internacional? Esto es, no gastar más de lo que se tiene, endeudarse en aquello que puedes pagar, recortar primero en lo que es superfluo. Pues parece que no, a lo mejor en el futuro, mientras tanto recortan en sanidad, educación, personal, pensiones… Es más fácil y con resultado instantáneo. Evitar duplicidades en las Administraciones Públicas, ahorrar en dietas, coches oficiales, viajes, eventos faraónicos, subvenciones y privilegios es difícil porque puede molestar a amigos, hay que sumar muchos “pequeños” gastos, quita caché y lleva tiempo de trabajo.

En nuestra España pluricultural y plurinacional seguimos esperando impacientes las medidas del nuevo gobierno. A mi juicio es normal y deseable que el candidato a Presidente de Gobierno espere a su investidura para darlas a conocer por pura lógica democrática. Le deseo de corazón que acierte, más que nada porque su suerte es la de todos. Ojala que se de cuenta que la solución no es recortar en servicios, ni en sueldos, ni en personal ni en inversiones, eso lastraría más la economía y aumentaría las listas de desempleo. Tampoco creo que sea la solución bajar los impuestos. Creo que lo fundamental, primero, es dar confianza, si la gente se siente segura gastará y el que pueda invertirá. En segundo, no hacer una política de recortes indiscriminados, si no de austeridad. Eso significa evitar gastos innecesarios y asegurar que se seguirá gastando en lo demás. Por último una buena acción en políticas activas de empleo que evite subvenciones con resultado incierto, hay que ir a lo seguro. Me da la sensación que cada frase aquí escrita necesitaría de un folio de explicación que la concretara, intentaré otro día pormenorizar.




1 comentario:

  1. En tu publicación se detecta el mismo ánimo que tienen la inmensa mayoría de las gentes corrientes, es decir la que si no trabaja, no vive y si trabaja, puede al menos creerse que tiene mucha suerte....Aún existe en este país muchos que jamás se preocuparán por estos temas pues, al fin y al cabo tener un poco más o poco menos, no les afecta a su existencia.

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